Anécdotas musicales (I)

ANÉCDOTAS MUSICALES:

Hace ya un tiempo me preparé para dar clases de Historia de la música, con tan mala suerte que no llegué ni a hacer el primer examen, por no tener una titulación de idiomas que exigían. Pero para preparármela y hacerla más interesante, llegué a hacerme con un montón de anécdotas de músicos, que yo consideraba que bien insertadas entre rollo y rollo haría la exposición  del tema, si no más erudita, sí más asequible y divertida. Total, que como siempre, too quedó en agua de borrajas; pero ahí van algunas anécdotas, para los curiosos. Obviamente, no se puede afirmar categóricamente que fueran ciertas; pero procuraré escribir siempre las mejor documentadas.

Mascagni:

La única anécdota que he visto sobre él… A parecer estaba un día por Londres, cuando oyó a un organillero interpretando un fragmento de su obra Cavallería Rusticana. El hombre, atento, estuvo escuchando un ratito, pero se dió cuenta de que el organillero no era precisamente la séptima maraviilla, así que se acercó a él para hablarle:

– ¡Hola! Mire está Usted tocando mal esta obra. La toca rápido y no hace los matices donde debe. Escuche, para que aprenda cómo se debe tocar…

– ¿Qué pasa, es organillero, o qué?

– No, soy el compositor de esta música.

Total, que le hizo la demostración de cómo se debía tocar. Al día siguiente volvió a pasar por el mismo sitio, y vió al organillero, de nuevo tocando, pero esta vez tenía un cartelón inmenso al lado que decía:

"Discípulo de Mascagni; autor de Cavallería rusticana"

Tchaikowski:

Es uno de mis músicos preferidos, pero por lo dulce que me resulta su música. Y él debía ser así en la vida real, pero no lo parece según como trataba en sus comentarios a su mujer. O a lo peor es que la mujer era una de esas brujas asquerosamente guapa… ¡Quién sabe! Al parecer le dedicó dos frasecitas que resumen su relación. Las cito de memoria, o sea que puede que no esté exactas:

"Su belleza es sorprendente; tanto como lo es su tontería"

"Es una mujer que tiene todo lo que hay que tener para inspirar amor, pero carece de todo lo que hace falta para conservarlo"

 

Rossini:

Genial músico, cocinero excelente… ¡Parece que este hombre lo hacía todo bien! (Digo parece porque debía ser algo cruel con sus músicos…) Ya no quedan tipos así por el mundo. De Rossini, por hoy, me quedo con dos frases. La primera se la dedicó a Wagner, y la suscribo. Decía algo así como… "Wagner tiene algunos minutos de maravillosa belleza musical, pero unos cuartos de hora espantosos los separan."

La otra frase, que necesita algo de gestos, fue un consejo que le dió a Verdi, cuando éste todavía no era famoso. El consejo es el que sigue (solo válido para hombres);

Se señaló a la cabeza y dijo que eso era para el público (suponemos que la sesera, ¿no?). Luego se señaló el pecho y dijo que eso estaba reservado para los buenos amigos (suponemos que será el corazón, ¿verdad?). Y luego debió decir: "Y lo que hay que reservar para las mujeres no hace falta que te lo señale, ¿verdad? (Todos suponemos a dónde señaló).

Lo gracioso es que Verdi cuando lo comentaba, decía que la última parte fue la que mejor entendió…¡Hombres! Geniales…

 

 

 

 

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